Ven, despiértame de éste letargo
que oscurece mis días
y deslía los nudos priétos
que bordaron mis penas azuladas.
Ven, cobijamé en tu pecho, en el silencio bello
iluminado por la plateada cara de la luna,
descansarás en un colchón mullido de flores
y sábanas blancas de seda bajo la mosquitera.
Ven pronto, ven ...
me dejaré caer en tus brazos muy tiernamente
para ver como brillan tus ojos de cerca
y sentir los latidos de mi corazòn junto al tuyo
desde la verde pradera.
(correjido 20-5-2018)