Infinitos velos rodean a los amantes
En tul, en seda, la más fina organza
Tenues colores, escarcha iridiscente,
Luminosa lluvia de polvo de estrellas,
Muy candente, sobre ellos cae,
Envuelve sus cuerpos, los arropa
En antorcha de luz se transforman,
¿Para que candelabros?, no necesitan velas
Su magia, su éxtasis todo lo alumbra
Lentamente se van descubriendo,
Uno a uno caen los velos,
Mil y una fantasías, en una noche de ensueño
Cada vez, nuevos misterios se revelan
Han trascendido milenio tras milenio
Etéreamente en el presente se subliman,
Extraordinario intercambio de energías
Plenitud de historia y gran sabiduría
No hay secretos, ni mentes blindadas
Son uno, nueva conciencia, nuevo ser
Un eterno presente, un intenso ahora