La ausencia de sentimientos.
El odio y el rencor, tejen un telar con los hombres y mujeres manipulando sus mentes los unos a los otros... Los oprimen y no los dejan fluir con libertad.
La felicidad y la esperanza, se pierden a una edad temprana, se van con el primer amor, con la muerte de un ser querido o simplemente se desvanecen con el tiempo y su destino.
El cansancio y el estrés, se apoderan de las más esforzadas personas, las consumen y sufren un desenfoque, algunos no son tan fuertes y no soportan a estos males, deciden rápidamente terminar para siempre...
El amor y la bondad, sentimientos que a diario las familias tratan de entregar, hacen que florezca en cada beso maternal y lo matan en cada balazo a un familiar.
Estamos rodeados de disgustos y gustos, pero estamos perdiendo a estos últimos...
Con desgana me aferró a la idea de vivir en un mundo correcto, lleno de alegrías y soledades productivas, sueño con poesía y novelas basadas en hechos reales, celebridades inteligentes y con líderes honestos.
No quiero políticos fraudulentos, ni una justicia barata, quiero que se traten entre todos como personas y no como mascotas, que la marihuana sea legal y que dejen se ensuciar su nombre con tanta maldad, si ella solo quiere vernos volar de felicidad.
La carencia diaria de sentimientos ayuda que florezcan las muertes y sus pestes.
A que la pasta base en apodere de los niños y sus juegos inocentes.