El Marqués de Colombia decretó:
De soledad cien años
y el cólera del amor para dos extraños.
La estrella de David
última testigo de aquel golem
debiera llamarse Leonard Cohen.
Sin ningún catalejo
Jorge Luis Borges avistó la ballena blanca
sola y una, como la luna.
Con un ramito de violetas
durante 500 noches se escucharon
serenatas en cada esquina
para la sra. Parra de parte de Sabina.
Sobre Walt Whitman
en Camden ya lo dijo Borges
sus versos ritman.
Julio Cortázar nunca confundio
el idioma francés ni el castellano
con él argentino.
Si hubo tristezas en Trujillo
las cargó con sus heraldos hasta Lima
César Vallejo.