Continuación…
Los años fueron pasando, soñando y cavilando
orando a veces, pero más… descansando
urgido por residentes candidatas
quedé prendado de una mulata.
De vez en cuando era castigado
porque más sabía de sexo
y aun no me había aprendido
ni siquiera del padre nuestro el texto.
Tampoco voy a decir, que ello me desagradaba,
de “retiro” con las hermanas me enviaba
¡Sólo yo cuidando el rebaño, y claro…
era un placer, \"cuidarlas\" en ese desamparo!
Yo no soy vegetariano, y a pesar de tanta carne
no cometía gula… guardaba para la tarde
Comer carne cruda, poca grasa…
era mi alimento en esa casa.
Paseaba por los jardines sin mayor preocupación
pero en estos claustros monacales,
hay mucha tentación…
¡Las diablillas me sonreían en horarios matinales!
(Claro, para eso existe la entereza moral
y la fuerza de voluntad…
que te hace capear éstas insinuaciones…
¡Pero, la carne es débil, a veces perdía!...
ustedes comprenderán, un muchacho como yo
enclaustrado… con tantas mamacitas a mí alrededor
(Perdón… ¡¡¡monjitas….!!!)
era entendible que no resistiera la tentación…
pero les aseguro que después… ¡me golpeaba el pecho!
arrepentido de corazón)
Al llegar a los quince, a una abadesa, ¡casi violento!,
dizque virgen a los cuarenta… y sin nada, de sexo…
hasta ahora pienso que hice lo correcto,
aunque ella durmiera en mi plexo.
¡Cómo te atreves!… ¡estaba para beata!
-me dijo un padre vestido con bata-
-Después de mis oraciones… yo,
-¡solo vine a mi cama, y allí estaba calata,
meneando la cola como una gata!
Además ¡qué culpa tengo yo!
si la madre naturaleza manda…
y ella como madre, mis ruegos oyó
y nada más satisfizo mí memanda…
¡Aquí, eso no se hace!- el cura dijo-
si uno quiere desde que nace…
yo escuché que me maldijo
pues lo que muere… renace.
¿Por qué se engordan las monjas?
¿Por qué se ponen panzonas?
¡Si solo las visitan los curas!
y el padre prior… ¡por las puras!
Yo preguntaba en medio de mi inocencia...
y nadie me respondía con ciencia
y me ha gritado la conciencia:
\"¡aprende con la experiencia!\"
¡continuará...!!!
Delalma
Miércoles, 09 de junio de 2010