Esmeralda Zamorano

Yo sigo aquí... ¿Y tú?

 

Sigo buscando la salida
Mis manos se encuentran
Y mis ojos cansados por leer
Aquella esperanza cautiva, inofensiva

Y no¡ no puedo escribir los versos mas tristes esta noche.

Y no¡ no puedo llamar a las oscuras golondrinas.

Y no¡ yo no puedo ser poesía...

Mis ojos son cafés y no soy un versó métrico ni nítido, no soy tersa ni sencilla.

Y púes... en este lugar no hay futuro para ese amor que no durará ni un segundo

Estoy con otro ritmo, con otros poetas, con otra lira disuelta entre mis nudos y arte.

Aun no encuentro la salida...

Pero este calido lugar me hace pensar que ni Vallejos, me puede revolucionar mis párrafos carentes de rimas y tópicos.

No tengo un corazón espático, que pueda ser simpático para cautivar.

No camino de noche para ver el satélite natural más cercano, ni me mantengo atenta al movimiento de los astros.

No me emociono al recibir noticias buenas, no me conmuevo al creer que moriras... mucho menos si de ti quizás una nueva vida saldrá.

No fumo para masificar mis labios en una silueta risueña carente de seriedad, ya que siempre estoy feliz aunque la tristeza me quiera gobernar.

No bebo para olvidar, si siempre ando en el pasado que no puedo remediar.

No padezco de ninguna leve enfermedad, padezco de locura... y esta no sana jamás.

No me deslumbra la soledad, me llama la atención su espacio vital y que mas da, no puedo negar que ella solita quiso tomar vino y yo simplemente no me pude negar.

Este lugar que no es mi mente, ni mi hogar.... Pero ella igual llegó a está vida que jamas puede comprar, llegó a la vida que pedía con súplicas y que no me pudieron dar la oportunidad para dejar.

Vino al artista que pierde su tiempo en oro de años.

Vino a las manos cansadas y talentosas.

Vino a la voz que no para de gritar la escala musical.

Vino a las mentes de los autores del siglo y de los años.

Vino a las vidas que tienen un futuro, sin siquiera conocer su pasado...

Vino a mi vida sin siquiera preguntarme como estaba.

Y que más da?

Es hermosa, pero no me deja salir de este lugar.

No me deja fluir como mi mente quisiera o como mi espático corazón latiera.