Pasan los días efímeros,
las noches largas…
y yo sigo sintiendo
un profundo e inmenso vacío…
La llama que mantiene
mi alma enardecida,
se apaga lentamente…
He tenido que disfrazar
mi funesto rostro, con una
sonrisa ilusoria, para esconder
mi profunda y amarga tristeza…
Y ahora me pregunto:
-¿dónde está mi alegría?
-¿DÓNDE ESTÁ MI ALEGRÍA?