Aún recuerdo el primer día en el que te vi,
una sonrisa que se apoderó de mí,
unos ojos que no logré olvidar,
una mirada que me llegó a atrapar.
Un día especial en mi larga historia,
que jamás se borrará de mi memoria,
le diste a mi corazón un nuevo palpitar,
un instante que me encanta recordar.
Aún recuerdo tu cálida voz cuando me hablaste,
y ese momento en el que por iniciativa tuya me abrazaste,
sentí tu calor en mi cuerpo y me emocioné,
que me diera una oportunidad contigo, a la vida le rogué.
Y es así como sucedió,
tenía mucho que decir, pero mi boca enmudeció,
una impresión que no logré superar,
sin saber que, junto a mí, el resto de mi vida, tú te ibas a quedar.