Soneto
Cómo calmo el dolor OH Poetisa
levántate recuerda tu pasado
la estrofa que con sílaba has bordado
todo el amor dejado en su camisa
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La tristeza que hoy nubla tu sonrisa
al irse tu poema, el ser amado
esa calma, reposo, ha destronado
y te deja envuelta en fúnebre brisa
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Deja ¡OH Poesía! alivie tu llanto
ya las lágrimas desbordan el río
y el cerro se cubre de negro manto.
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Yo que alabo tu estrofa en demasío
soy bardo, incluido el espíritu santo
allí, en versar la palabra, me glorío.
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Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
“Hombre de Maíz, 2009”
Guatemala, C. A.