Pasó por mi vida dejando su huella impresa
A su paso la vida agradable parecía
Los versos empezaron a llenar mi cabeza
Olvidando lo que pensé nunca olvidaría.
Me perdí en su mirada y en su fresca sonrisa
A mi alma se asomaba la luz de la esperanza
La vida me dio una pausa, dejé atrás la prisa
En sus manos puse mis recuerdos y añoranzas.
Todo en ella era solo perfección y armonía
Inagotable fuente de paz y de energía.
Cumplido el propósito que la trajo a mi vida
Inició el triste camino de la despedida,
Alejándose por la senda que antes venía.
Armando López M.