Estoy extasiada en este momento,
anhelando que estés en mi aposento,
estoy en una nube,
como si estuvieras aquí llenándome de besos.
Anoche te colaste al salón de mis ensueños,
con la brisa de tu amor embriagaste mi alma,
tus manos invisibles me tocaban,
acariciando mi esencia,
fluyendo en mi desnudez.
Vi creciendo en tus ojos el amor oculto,
que brillaba en la oscuridad de la negra noche,
contemplando extasiado el rojo de mi sangre
desbordado en mi rostro.
Mi alma de mujer enamorada
como yegua salvaje y desbocada,
corría rio abajo por mis venas
sedientas de ti.
Mi corazón fue uno con el tuyo,
se unieron los dos en una desenfrenada cadencia de latidos,
y flotamos en las penumbras del placer que nos dimos,
perdidos en el mar de los gemidos,
tu en los tuyos,
yo en los míos.