Es cierto, usted y yo no somos nada
Un par de desconocidos ajenos de otros mundos
Más por eso no confíe de temporales adjetivos
De una realidad presente o de un cuento de hadas
Le propongo quebrantar los silencios
Coincidir instantes segundo eternos
Crear historias susurrarlas al oído
Pasar de extraños a íntimos conocidos
Pero no se asuste o prenda carrera
Al escuchar lo exagerado que son las sentencias
Hay sinceridad en las palabras lo que pocos hoy en día procesan
Si a pesar de ello aun de mí, sus ojos no tuvieran certeza
Unas ultimas palabras quisiera que usted retuviera
Seamos pasajeros de un tren con destino olvidado
Un hombre embelesado de una mujer por mas de mil noches
Un par de viajantes que se cruzan en un país lejano
Seamos dos locos en un mundo lleno de gente cuerda
Viajemos al país de las maravillas en una noche donde halla luna llena
Tormenta en un vaso de agua, la lluvia intensa del desierto
Seamos usted y yo decir nosotros, un cúmulo de sorpresas
Un plan perfectamente llevado a cabo, el destino que nos ha alcanzado
Un par de manos, miradas cómplices de secretos, el camino de huellas en la arena
Seamos un día cualquiera un mes completo, el frío invierno curado con el calído aliento
Seamos un esto y aquello, cualquier cosa que se nos ocurra en el camino
Pero sí, seamos... dejando a la nada irse lejos.
Hernández G.