HUIDA AL ESTE
Ese bello alazán que corre al viento
con bocado a la brida, lleva el sino
de mi vida, el que lleva mi destino
hasta la mar, viviendo como siento.
La brisa que trae el aire, yo presiento
tu soñar en la estela que adivino,
sobre el mar de mi bahía el rayo albino,
que ilumina tu orilla y el siseo atento.
Dejo mi voz en tierra, que al gritar
reclame por la sangre su condena,
derramada, en la senda de la huida.
Descarnados los pies por evitar
el camino de asfalto, que encadena
el horror por la muerte concebida
Roberto J. Martín
Mayo 2018