No encuentro la forma de llamar al amor
si no es por tu nombre.
Describir la felicidad, es hablar de ti.
Hablar de ti, es decir las palabras
que el mundo necesita para sofocar su tristeza,
es quitarse por fin la armadura, y entender
que la mejor manera de comunicarse
es con una sonrisa.
Hablar de ti
es mirar como cierran las heridas,
apartar la nube que causa las tormentas
y mostrarle al mundo la capacidad de amar.
Tus ojos llenan de inspiración a quien los mira
como un poeta que ha encontrado a su musa
como un niño, descubriendo una flor.
Hablar de ti
es contarle al mundo que las estrellas aman la poesía,
y que me desvelo junto a ellas mientras duermes
para contar los lunares de tu cuerpo.
Es cantar la melodía de los sueños
a todo pulmón en un concierto
y curar de insomnio a las almohadas.
Hablar de ti, es hablar de un todo.
Es llegar al final de lo imposible
la promesa que no parte con el viento
el hueco que me lleva al reino de las hadas.
Hablar de ti, es leer en voz alta
los poemas más hermosos del mundo.
No tienes idea de lo hermoso que es hablar de ti,
y cada que te pienso
es como tomar clases de felicidad
al lado de la luna
teniendo al universo de maestro.