Y el deseo se hizo carne
y a los siete días parió
de la boca del mismo diablo
aprovechando
el descanso de dios.
El amor no pudo nacer desde arriba,
y siempre ha sido algo subrepticio
de los hombres,
por los hombres y
relativamente
contra ellos mismos.
Así se pasea el amor,
como un fantasma, -potencial anti-hombre-
y los sueños de vidas largas y plenas
se convierten en intachables
condenas.
El infierno está aquí,
y el diablo es cada uno.
-L`enfer, cèst les autres-
Nos gusta hacer empachar
al prójimo de ilusiones,
de la imagen –proyecto-
de lo bueno que podriamos
llegar a Ser.
Muchas veces disfrazados
de ovejas,
queremos engañar
al mismo diablo,
y otras tantas
ese diablo
se encuentra
en cada uno.