Consagrada mujer, bendecido regazo
que aun respira aromas del verdadero amor
que aguardan los abrazos...
Sonrojados capullos bebieron de tu seno
la savia de tu sangre
lactantes candorosos, sabor a caramelo...
Conociste del ángel la sonrisa
que trajo desde el cielo sus ojazos
y el casto balbuceo de las aves
te cantaron amores en mieles revelados...
Tus pasos danzaron la danza de la vida
tus pies eran palomas en vuelos anunciados
envuelta junto a ellos ¡Tan celestes ahora te convidan!
Tus manos -las de entonces- eran sedas al viento
y en la danza eludías un aciago momento
que al fin tú lo vencías...
Las aves van de viaje recorriendo senderos
muy lejos de esos cielos con alforjas cargadas
se llevan la pureza del tiempo, que de ti conocieron...
Hoy quedan en cadalzos los sueños que a ti te pertenecen.
Las flores se marchitan en antiguos jarrones,
son rosas amarillas junto a grises crespones.
Es tan sacro ese amor clavado como espino
¡No entristezcas mujer! Que es nuestro destino!
Sonríe hoy es tu día...
Ve y esconde tus canas y muestra tu alegría
recibirás un beso... Hoy eres la elegida.