Llorando va un retornado
con lágrimas Venezuela.
aquella patria que abuela
dejó enterrado al amado.
Un emigrante callado
maldiciendo su fortuna.
Huyendo va de la hambruna
de la miseria opulenta
una patria que contenta
le dio sus brazos de cuna.
Con todas mis ilusiones
lleva un cesto pluma mía
a la tierra que traía
a Canarias provisiones.
Te mandó mis oraciones
en la décima espinela.
Un canto por Venezuela.
que te llene de esperanza
cubriéndote de alabanza
al brillo que da tu estela.
Es Venezuela una herida
en el alma de un canario
su madre le dio un rosario
la noche de despedida.
Un velero que en su huida
a otra tierra lo llevaba.
La décima que cantaba
llorando con gratitud
por quién dio la juventud
por la patria que soñaba.
Por Nieves Clemente