Anton C. Faya

LIBRE... NO TANTO

 

LIBRE, NO TANTO.

 

Seductor el escaño

desde el cual batió

una a una de sus moradas.

Lo asfixiaba su casa,

desplegó alas, partió.

Soño la gran ciudad,

y hacia alli emigro.

Cautivado estaba de sus bríos....

\"¡Todo puedo!\", se dijo.

Y fue historia su historia,

usanzas, labor y su oficio,

se sintió un Dios,

todo lo que antes fue reto,

hoy es logro.

Envalentonado, independiente,

quiso liberarse del amor,

se convirtió en arena.

 

A.C.F – MAYO 2018

ARGENTINA