Tu silencio me aturde,
Tu oscuridad ilumina mis ojos,
Tu resplandor transforma mi alma,
Tu alegría llora mis tormentos,
Tu tristeza sonríe mis lágrimas,
Tu cálida vos detiene mis palabras,
Luego las hace danzar con infinitos ritmos en lugares de limitada extensión
Queriendo que tus ardientes labios,
Congelen los míos;
Ahora, mis labios como hielo, se derriten en ti,
Rozan tu piel húmeda, buscan refugio,
Buscan la manera de entrar en ti, y de
Poder fusionar nuestros cuerpos, llegando
A la cúspide de la excitación donde
Seamos uno, solo uno entre dos
Uno en alma, uno en cuerpo, uno en ser.