Porque eres tú el único ser que acompaña mis andares,
a través de estos caminos nocturnos
y llenos de escarcha.
Quien vigila mis sueños desde afuera
como un centinela en su torre,
resguardando del peligro
que se alza tras las enormes aunque frágiles murallas.
Porque iluminas mi luto,
cambias los colores que perciben mis pupilas dilatadas
creando un bello contraste,
menos tétrico,
menos aterrador,
más mágico y conciliador.
Porque eres tú el único ser que vigila mis andares,
dándome paz en medio de nostalgia
y un toque de dulzura
a este desabrido bocado.
Acompañando mis pasos,
cubriendo mis brazos,
tapándome del aliento
de las voces del hielo.