¡EL ABEDUL!
OCTAVA REAL.
Ven a saciar mi fuente de alegría,
que corra adentro el agua libre y fresca;
llénala tú, que está triste y vacía.
Y la mirada mustia se humedezca
en el lagar de amor y lozanía.
Ya mi vertiente, seca, toda crezca.
La lejanía inmensa con su azul
llene de luz, vital, este abedul.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.