Al microscopio,
paja en el ojo ajeno,
nada en el propio,
habiendo viga;
más que el pan de centeno,
tiene ésto miga.
Ni con la lupa,
ves eso tan pequeño,
que te preocupa
en el vecino
y usas el microscopio
de ajuste fino,
sordo al consejo
de que, mejor que lupa,
uses espejo.
Si ha sospechado,
lector, que hablo de usted,
se ha equivocado:
de mi defecto,
yo hablo; usted parece
pluscuamperfecto.
© Xabier Abando, 25/05/2018