Un aliento de sal pinta la bruma
con la acústica risa de los peces
y la voz mediterránea de los hombres
Olas de espuma y agua blanca
abofetean el rostro de las barcazas
que esconden su espinazo y abren su vientre
para hospedar la agonía de los peces
que arañan con fuerza los nudos de las redes
La tenue luz de las farolas
abre sus alas de cobre encendido
y su apasionada boca de lumbre
que sube a besar todas las lunas
Los luceros enfilan la proa
hacia mares de esperanza abierta
con la misma ambición que aviva
los sueños de arena de los pescadores
acariciando los serenos senos de su amada
A veces el mar se cubre de flores
entre el fuerte estallido de las olas
que alienta la danza de los cardúmenes
< violentas ceremonias que reverencian la vida >
junto a delfines con ojos de ciruela prieta
y pulpos queriendo abrazar el mundo
La silueta marina detiene el rumor del tiempo
que consume los años e inflama los sueños
buscando anclar en el puerto de las horas
para ir a conquistar el cuerpo de su amada