¿Para qué margarita que agite incertidumbre?
¿y si corro a otro lado?
¿y si dejo los pasos embarrados de besos
y me limpio la boca
ya
de tantos regresos?
¿y si rompo la cuerda?
¿y si mato el desvelo y me tomo los sueños,
que me guiñan un ojo, invitándome un trago?
¿y si dejo los clavos y me llevo las llagas?
¿y en un mar de esperanzas, de amor nuevo, las lavo?
¿El olvido me acuna?
¿Garantiza un mañana?
¿O estaré arrepentido si descubro que me ama?