A través de las rendijas,
el sol asoma amenazante,
invitando a entregarse
a su calor sobre un manto
de hierba fresca y anegada
de mil lágrimas impotentes
A través de la ventana cerrada,
el murmullo de la gente
que vive, resulta una tortura
para unos oídos
y una boca que muere silente.
A través de las livianas paredes,
la conversación, las risas,
los sueños, llantos, de los tuyos,
parecen llegar
del más allá, estando junto
a tu acá, ese acá
tuyo, invisible, lejano y triste.
A través de la conciencia, asfixian
los deberes no cumplidos,
los tantísimos días ya perdidos,
la soledad que vicia
el aire puro como un castigo.
Ansiedad que llora,
pero no resucita, no habla, no
busca una salida.
A través del alma, derramas
la honda pena
que nunca se marcha, que agujerea
tu débil esperanza
y va agrietando el cristal de amor
que frágil la guarda.
Y LLEGASTE…Y...
A través de tus ojos, vi
el sol nuevamente,
a carcajadas reí con mi
gente, busqué
mis sueños y los traje
de vuelta
a mi casa y a mi mente,
mis pensamientos
coloreaste de intenso verde
y en mi balcón
pintaste un cielo turquesa
con miles
de estrellas de la suerte.
A través de ti, es que viví
un día, vivo ahora,
y viviré para ti, por siempre…
Pilar González Navarro.
Mayo 2018