Polvo y tiempo harán viejas esta palabras
casi tan viejas como mi cuerpo...
Si algún amante las salva a tiempo
salvarán algún amor de ganas magras
y quitarán lo feroz al invierno
lo triste del maldito invierno
lo salaz del frío invierno
y quizá entonces, florezca una ciudad
y una esposa hará café caliente de mañana
par un marido manso y tierno
que deja con dificultad el seno
que le dio calor y abrigo sin maña
y odiarán al maldito y tirano reloj
al impertinente reloj
al estúpido y zafio reloj
que los arranca del tibio lar
Pero no sabrán cuánto de imaginado tengan,
luego de la caricia nocturna
desangrada de palabras taciturnas
de un sentimiento pirateado, que vengan
y hagan florecer la sonrisa
tu bendita mirada y tu sonrisa
tu agradable mirada y sonrisa
que son la razón de estas palabras...