Jesús Oscar Ugalde

ENTROPIA III

Si hubiera caminado arduamente

si hubiera vivido algún revés y no estuviera sublimando mis actos, como si no recibiera laureles ¿Qué podría suceder?

¿Qué me diría al otro día? Abandona tu cama

puede cambiar la perspectiva, asomada hoy de otra forma.

 

La realidad es, no hay vuelta de hoja

todo es igual, nada ha cambiado

y es el mismo resultado,

la sombra del árbol se proyectará como lo hizo el año pasado, en ese mismo punto solar-terrestre. Con una diferencia: el árbol murió otro poco, sucumbió un poco.

 

Lo que desaparecen nocturnamente, idílicamente, superficialmente, están inmersos en el recuerdo, y poco a poco oscurecen también, de algún contraste.

 

Así es la cíclica encrucijada, deteniéndose de vez en vez, solo en son de burla.