NELSON RIVERA

La Niña

Sola va la niña, flotando camina
soñando despierta en sus sueños de niña,
sin poder presentir a sus mozos años,
los monstruos que a veces encierra el humano.

 

Sombras siniestras agazapadas acechan,
amalgamadas con lo negro de la noche; 
cual aves de rapiña ultrajan a la niña,
no valen súplicas, promesas ni sollozos
solo el saciar de sus deseos asquerosos,
satisfechos se apartan del cuerpo ya inerte
de la que hace poco fuera niña inocente.

 

Un manto negro engulle de un sorbo la luna,
mientras de espanto se estremece la bruma;
se negreó en sus ojos la infante mirada 
y el último hálito, en su boca callada.