Patricia Aznar Laffont

Tiempo

Los Ayeres, los Presentes y el Pasado,

Que deja espectros

En tus caminos,

Plagados de espasmo

Púrpura y de sangre

De tus venas,

Han sido desolados,

Denodados,

Por el Hombre Inservible.

 

Deja ya caer tus libros!

El aire, el agua y el fuego serán desde ahora,

Tus sanos maestros.

Tu cuerpo y tu alma,

Miran el Planeta

Con un poder desmañado.

Que habita entre

Los Dioses.

 

Los libros caidos

Serán leídos, seguramente por los Otros.

 

No importa poeta,

Sólo respira hondamente,

Sólo bebé y expone,

Las cicatrices de tu alma

Al agua, el aire y el Fuego,

Inextinguible.

Tu dicha tocara

Este Otoño adorado.

Y tus poemas,

Serán soñados

En la Tierra y el Cielo

Hasta

Por el mismísimo

Dios.