Estoy aquí divagando,
recordando tu expresión,
tu rostro voy modelando,
en mi mente con devoción;
tus ojos, tu cara, tu boca
y ese cuerpo que me provoca,
son recuerdos reales,
de épocas muy especiales;
cuando tus sentimientos,
afloraban sin remordimientos,
disfrutábamos nuestros besos
y de nuestros cuerpos traviesos;
más nada en la vida es eterno,
tenía que llegar el invierno,
para congelar tu corazón
y dejar a mi vida sin emoción;
pero la vida tiene que continuar
y seguiré adelante sin titubear,
lo único que siempre será seguro,
es mi amor hacia ti, te lo juro....
(Erick Ludeña)