En silencio la guitarra
ya no acompaña al cantor
al alma le desgarra
el recuerdo de su amor
Quieta la libreta,
lento el paso
le falta un pedazo
al alma del poeta
Mataron su vida
consumieron su gloria
su cabeza ayer erguida
ya no goza la victoria
Cerraron sus caminos
despedazaron sus alas
ya se aquieta el peregrino
ante el poder de la bala
Ha muerto el alma
del alegre bohemio
que obsequió su alma
y mataron como premio
Se ocultó la luna
y no brillan los luceros
pues se llenó de brumas
el azul de su cielo
Su pluma no escribe
ni suena su guitarra
solo un milagro pide
que regrese a su amada