ALFREDO
SENTADO EN CALIFORNIA
Entumecido,
con una pereza rara, loca,
intransigente;
con una pereza golpeándome
los ojos;
con un pereza inamovible,
indestructible,
un verdadero motor
de acero y sangre.
Sueño.
Sueño.
Sueño.
Surge un bostezo criado
en las amargas tripas de las
tribus.
Descanso.
Descanso.
Descanso.
Pasan perros guiados
por un murciélago
superdotado.
Me inyecto una dosis de
dantesca
clara vida.
Miedo.
Miedo.
Miedo.
Lúgubres sonidos
hieren a la noche
y la hacen sangrar luz.
Salvación.
Salvación.
Salvación.