Deja que la imaginación
eleve tus alas y cuaje en tinta
la sensación de surcar los cielos.
Cuéntanos en papel de fina seda
para que aquel quien te lea
capte el aroma del tiempo,
el color de tu poesía…
que le cambie la vida,
que le contagie tu impulso
de ir aun, un poco más lejos.
¿Observas la cúspide del campanario?,
sólo se oyen sonidos del silencio…
anida allí, ése es el lugar
para el inicio del ascenso.