En el silencio puedo escucharte,
y sin palabras yo puedo hablarte,
sentimientos que se transmiten con una mirada,
tu y yo juntos en una eterna velada.
Decirte que te necesito cada día a mi lado,
que en tu ausencia me siento desesperado,
sentir que me buscas con ansiedad,
que me has convertido en el centro de tu felicidad.
Dos almas que se juntaron para escribir su propia historia,
grabando de manera imborrable en su memoria,
el significado de un amor que trasciende,
que, sin importar el enemigo, se defiende.
Así es como nos unimos por la eternidad,
donde nuestro amor descubre la inmortalidad,
donde el amor se traduce en unidad,
pues nos hemos juntado para siempre, con la mayor intensidad.