Yo que solo soy los versos que escribo,
el compás que pierdo y mi corazón
arrítmico con sus latidos,
la tristeza mas dramática, los llantos mas artísticos,
yo que saco fuego del pozo
para darle a mi soledad un amigo.
Yo que solo soy los versos que escribo,
me hallarás mas rápido en las palabras que callo
que en las que digo.
Yo que solo soy los versos que escribo,
la luna que te bajo, el estrellado beso
de tu clavícula hasta el ombligo.
Los placeres divinos que como mortal no merezco,
bajo al infierno para recordarte que no hay fuego
que despierte la llama de mi corazón,
mas allá de tu pasión.
Yo que solo soy los versos que escribo,
y ya no queda tinta, la pluma rota
y algún que otro mal tejido.
Yo que solo soy los versos que escribo,
aún me siento más yo, cuando detengo el tiempo
y la razón me convierte en polvo,
cuando besas lo más trágico de lo vivido.