“Al Águila osada le brindas posada . . .”
Allá, por mil novecientos
sesenta y seis, sin desmayo,
se encumbraron sus cimientos,
día veintinueve de mayo.
Evento muy emotivo,
vistosa inauguración,
el ámbito deportivo
engrandeció a la Nación.
La visión de un visionario
Azcárraga, Estadio Azteca,
convertido en escenario
del fútbol, la mera meca.
Don Pedro Ramírez Vázquez
lo diseño majestuoso,
Arquitecto de contrastes
vio nacer al gran coloso.
Santa Ursula, Huipulco,
Tlalpan, nido de concreto,
por Coapa se juega pulcro
en la cancha no hay secreto.
El esplendor nunca cesa,
Arlindo marcó el camino,
golaaazo, más su entereza,
al Torino, equipo fino.
Recordemos dos mundiales,
aquel “partido del siglo”,
copas, torneos celestiales,
en ese marco tan digno.
Música, el Papa, Olimpiada,
box, eventos especiales,
sobre alfombra consagrada
por atletas señoriales.
Pelé, “Hugol”, Maradona,
Reinoso, el “Cuau”, Casarín,
realeza que galardona,
la lista no tiene fin.
Elogios a Don Melquiades
“La Voz del Estadio Azteca”,
tonalidad a raudales
garganta que no se seca.
El balón semeja un mundo,
América, cien mil gradas,
Selección, triunfo rotundo,
pasto de historias sagradas.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 29 de mayo del 2016
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