Me pregunta por ti la madrugada;
el alba diariamente se interesa
por tu cara de nácar, seda y fresa,
dulce fruta en sazón enamorada.
Dulce fruta en sazón enamorada,
ofrenda del majuelo y la dehesa,
del beso que a mis labios llega y besa
en prístina mañana inmaculada.
En ti se perpetúa y se faculta;
con fuerza renovada y redentora
su luz aflora y la tiniebla oculta.
Partícipe de todo ¡Siendo autora,
en vano la alborada me consulta
si toma en ti las luces de la aurora!
Gonzaleja