Amor
Amor escondido, de andares propios
con su voz disparada, en llamaradas oceánicas.
Amor resbaladizo, del tiempo de uranio
de antepasados futuros y fruto de planetas lejanos.
Amor del viento, en resonancias gritaba enfurecido,
pero este en efecto, se ensordecía conmigo.
Todo el mundo tiene amor,
menos yo, soy un desierto congelado.
Amor de sueños, navego entre ellos
y pendo de hilos que despiertan mi conciencia
al ir volando por buscarte, a ti, amor perdido.
Amor, tu voluntad, dependo fragante en una misteriosa isla.
Por nefelibata, soy foco atento en ecos lagrimosos
y en besos peregrinados.
Amor, ¿por qué te escondes?
¿Por qué el sol no te descubre?
Y llegas brillante para amarte.
Amor, ¿por qué te resbalas como el agua de mis manos?
Arenas sustentan los deseos, que encadenan lo que anhelo.
Así vas recorriendo, más inhóspitos senderos,
solo mi mente arrebol los descifra como:
Luminosos y maravillosos, fugaces y versátiles
añorados y perfumados, táctiles e imaginables
airosos e infinitos, dibujándose el arte
de mi estado al buscarte.
Amor te siento, al parecer te he descubierto
te has escondido en lo más hermoso, ahora que lo pienso
me detengo… Y solo soy yo el amor
a veces preso, pero porque arriesgo.
La vida al valiente entrega, lo que olvida
y colecciona, madurez del sentir en la justa medida.
Todo el amor escondido, es uno mismo
libre y fuerte, solo que está dentro
en alguna parte, que aflora siempre cuando
amas nuevamente.