EROS (LA LEYENDA)

DESESPERADA ELLA.

Yerra el horizonte

el pensamiento nublado,

mientras una leve llovizna

en la niebla deja un canto

marchito,

desvaneciendo el aire de la vida

en una opaca mirada,

y en una fingida sonrisa.

 

la tumba como hiedra

extiende sus brazos,

desesperada ella

por dar calor eterno a la aurora

apagada,

desviando el dolor infinito

entre un beso sin labios,

y un verso sin letras.