Nací siendo libro en blanco,
sin índice ni dedicatoria,
huérfano de todo prejuicio,
dispuesto a crear mi historia.
Mis páginas iniciales,
prólogo que me fue legado,
sugerencia de un camino,
hacia el destino marcado.
Comencé a escribir mi vida,
cuando tomé decisiones,
aprendo de mis aciertos,
me enriquecen mis errores.
Se presentan personajes,
y ninguno de ellos sobra,
pues con ellos le doy forma,
a las piezas de esta obra.
Y el espejo de mi alma,
que observo cada día,
refleja la imagen de un yo,
que sin ti no existiría.