Estaba ahí, en el agua había pétalos flotando
yo me asome por la puerta entre abierta, y simplemente
me quede admirando su espalda.
Su cabello negro se pegaba a su cuello, su piel era tan blanca y tersa,
se veía pura, sin marcas, sin toques
como si nadie hubiera siquiera intentado abrazarle.
Seguía recorriendo su cuerpo con una esponja sin jabón
solo con el agua perfumada parecía suficiente, pero él se veía limpio como
si solo estuviera ahí en esa tina de ese cuarto enorme para perfumarse...
Yo agradecía eso, porque esa persona la cual se funde entre el agua y los pétalos,
esos pétalos que desde mi posición eran lirios ya que su aroma era exquisito.
Me estaba preguntando como seria probar esa piel
tomar sus manos
postrar su cuerpo en un cama
apretar sus piernas.
Planeaba conseguir su atención.
El olor era tan fuerte que en mi boca apareció un sabor frío y deseable.
Esa persona la cual se estaba duchando de espaldas
entre flores sería probada por mi.