Tengo en la garganta un nudo que hace que quiera reventar a llorar, y en el estómago un asqueroso vacío, hace tiempo que no lo sentía; recuerdo lo duro que fue la ultima vez y solo tengo ganas de que todo el mundo desaparezca pero sobre todo yo. Esta vez hay algo diferente, esta vez ahí está él, un pequeñito que me grita y alza sus manos y entonces trato la manera de mantener la compostura y abrazarlo lo más fuerte que pueda, porque es mío y porque es la única razón por la que intento no caer en el desgarrador nudo en la garganta y el incesante vacío que me recuerda que nuevamente estoy en el lugar de hace tres años.