Llega sin previo aviso la nostalgia,
recuerdo aquella noche de invierno,
memoria de un amor sempiterno
el viento trae a mí, tu dulce fragancia.
¡No me acuséis por este sentimiento!
Es un clavel en cada primavera,
¡No me culpéis vida, porque te quiero!
o si mis poemas viajan en el viento.
Pronuncie tu nombre en mil melodías,
tapice el firmamento con poesías,
bebí la hiel de las melancolías
deseando un poco de luz en mis días.
Escucha al amor dentro de mi pecho
declama tu nombre latiendo
cada uno dice: te sigo queriendo,
sombras obscuras están al acecho.
Me quedé sentado en la arena
presencie el nacer del alba,
un cisne blanco el cielo volaba
él es tan libre sin dolor o pena.
En este lugar todo va muriendo
el alma, mi corazón y mis besos,
sabor a estaño, permanecen presos
mientras vos por otro estás sonriendo.
Lo he perdido todo, no tengo nada
fluyen de mis ojos agua salada,
hacia el vacío perdida la mirada,
te diluyes de mis mano amada.