Hace mucho que no se de ti
y ya está muerta de hambre mi mirada,
me condena el aceptar que no tu no eres mi destino,
que perteneces a otro amor
y que él es el dueño de tu vida
y de tus alas.
Me cuesta mucho sacarte de aquí dentro y debo hacerlo,
porque contigo aquí desgajo mis diseños,
y aunque alejarme ahora sea mi única coartada,
cuando escribo mis tonteras
solo veo tu mirada.
Lo siento,
me he vuelto un ser insensato,
loco,
insano,
demente,
casi desquiciado y sin sentido,
que lo único que quiere es cortejarte,
sentado bajo tu mesa,
en esta larga espera interminable.
He tenido que aceptar ser parte de tu noche,
he tenido que callar mi boca, que a veces tu nombre afloja,
he tenido que arrancarte de mi carne y de mi sombra,
escribiendo en un papel que sin sentido
aún te llama y aún te nombra.
Espero que esta vez el tiempo me ayude,
aunque no veo como,
porque hace mucho que no te veo
y solo me censura el hecho de aceptar que no tu no eres mi destino,
que tu vida pertenece a otro amor
y que él será siempre el dueño de tu encanto,
de tu alma,
de tus alas,
de tu vida,
y tu calor…