juan sarmiento buelvas

“MUJER ENIGMÁTICA\"

 

Estacionado en la intranquilidad de mi desesperación siento las finas gotas de agua caer sobre el nerviosismo que me produce este plomizo atardecer como quimera para seguir esperando tu ingreso de fugaz bólido en el firmamento de mis ilusiones y seguir confirmando  que eres la estrella que sigue iluminando el universo de mis ambiciones

Imploro una mirada de esos tus ojos de miel  para seguir disfrutando  la fragancia de tus encantos y seguir alimentando la esperanza de estos años vividos que a menudo vuelvo realidad en mi imaginación.

Ver la imponencia de tu trote cuando silenciosa caminas por el sendero de tu alegría con ese porte y elegancia es como  ver una cigüeña en libertad  flotando sobre el prado florido de una mañana primaveral.

Saber y aceptar que solamente he sido tu compañero en la imaginación en mis noches sin luna de plenilunio es como resignarme a verte:

cascada interminable derramar tus turbulentas aguas sin poderme sumergir  en las espumas de tus encantos ni sentir ser abrasado sobre esas piedras humedecidas por los efluvios iridiscentes del aura que te protege.

Pero palpar tantas cosas bellas de ti es como redundar al decir que en estas mañanas espléndidas de verano los colibríes visitan esas flores radiantes del vecindario   para libar el néctar que convertirán en la ambrosía  de su felicidad.

Que en las tardes tus ángeles guardianes, pero también un demonio desesperado de lejos te mirará y se alborozará al verte regresar y quedar meditando al pensar que:

 Solo blancas he inmaculadas  almohadas te arrullaràn en estas  frías y solitarias noches invernales.