Bolívar Delgado Arce

PRIMAVERA MÍSTICA Y LUNAR

El viejo campanario

toca para el rosario.

 

Las viejecitas una a una

van desfilando hacia el santuario

y se diría un milenario

coro de brujas, a la luna.

 

Es el último día

del mes de María.

 

Mayo en el huerto y en el cielo:

el cielo, rosas como estrellas;

el huerto, estrellas como rosas...

Hay un perfume de consuelo

flotando por todas las cosas.

¿Virgen María, son tus huellas?

 

Hay santa paz y santa calma...

sale a los labios la canción...

El alma

dice, sin voz, una oración.

 

Canción de amor,

oración mía,

pálida flor

de poesía.

 

Hora de luz y de misterio,

hora de santa bendición,

hora en que deja el cautiverio

para cantar, el corazón.

 

Hora de luna, hora de unción

hora de luna y de canción.

 

La luna

es una

llaga blanca y divina

en el corazón hondo de la noche.

 

!Oh luna diamantina,

cúbreme! !Haz un derroche

de lívida blancura

en mi doliente noche!

!Llégate hasta mi cruz, pon un poco de albura

en mi corazón, llaga divina de locura!

...........

El viejo campanario

que tocaba al rosario

se ha callado. El santuario

se queda solitario.

 

                                                   Arturo Borja