En un rezo siento y pienso,
el tiempo ya no causa estragos ni deseos
de llorar.
Las promesas eran apresivas y ahora son una ventana hacia la libertad.
Con una canción instrumental, como un concierto sin necesidad de hablar, y tú.
Teniendo una tenue luz entre oscuridad, acompañada de silencio y soledad, también tú.
Puedo escribirlo y admitirlo, eres la tranquilidad que buscaba encontrar.
Tendré el atrevimiento de vivirlo, espero no termine jamás.
Me refiero a ti.
Haces todos los días especiales, transmites en cada acto felicidad.
Transformas la lejanía en cercanía, tienes el don de apartar la susceptibilidad.
Quisiera inventar palabras para expresar aquello que tú me provocas imaginar.
Desde un trágico final, hasta la armonía total, eres inspiración sin intentar.
Eres mi sol amaneciente, incluso si hay presencia de nubosidad.
Apareces como un arcoiris en medio de una tormenta torrencial.
Espero siempre sea así.
Quédate en mis escritos, y causa en mí perpetuidad.
Has que todo sea siempre sencillo, como ha sido junto a ti.