Entendí tu cuerpo, sutil sonrisa
aquel aroma a descubrimiento
tus labios dulces envuelven mi cuento
con color de estrella y de brisa.
Acaríciame, aunque muy deprisa
no quiero el tiempo, sí el momento
dame tu aroma, mi complemento
en este paisaje que me divisa.
No somos de piedra, sí de azúcar
déjame envolverme en tu cuerpo
una pisca de alma en mi cantar.
Enloquéceme en este caminar,
lléname de besos y mis deseos
para sumergirnos, no aterrizar.