Carlos Justino Caballero

MI DIOS HEBREO

 

Sólo ante ese hebreo incliné mi frente

doblando las rodillas en amor latiendo,

despojando mi dolor y mis miserias.

 

Sólo ese hebreo es mi Dios y mi Señor.

 

Desde la cuna en piedra y hasta la muerte en cruz;

y es mi Dios tras su regreso en gloria.

Hombre hebreo, mi Dios, que en vos confío

protege mi alma y las almas que yo amo

con ese ser sensible de artesano,

con esa mansedumbre del cordero.

 

Y siempre he de recordar la inmensa gracia

recibida en impronta de la fe, la fe cristiana,

de haberte conocido y aceptado.

 

¡Oh Jesús, mi Dios hebreo!

 

 

De mi libro “Del sentir que reverbera”. 2018 ISBN 978-987-763-458-7