Con la compañía de la naturaleza que nos rodea y el cielo que nos observa, nos miramos fijamente, locos de amor y llenos de ternura, abres tu boca para sonar como melodía de ángel y sonriendo me preguntas ¿de verdad crees que soy linda?
Yo entusiasmado respondo:
No, no lo eres, eres más que eso.
Eres la musa de la que cualquier mortal puede sacar la inspiración para escribir el poema más hermoso acerca de ti.
Tan bella que la belleza de la luna te envidia.
Tan perfecta que al mismísimo Dios le queda corta esa palabra.
Sutil como una rosa.
¡Qué belleza! ¿sos humana o Venus?
Hermosa como un ocaso.
Y sin decir mucho más, belleza eres tú.